Los actos incívicos que han tomado la plaza de la Virgen de Valencia ha sido un hecho demasiado perturbador para todos los que han contribuido con sus flores a la ofrenda de Valencia.
Una cosa es ir a ver cómo ha quedado el manto de la Virgen realizado durante las fallas y otra cosa es robar las flores, saquear las cestas que han traído los falleros con tanta ilusión y alegría y tirarlas por el suelo. Destrozar las cosas como si fueran animales. Hay que ser un poco civilizados. Si esto ya lleva sucediendo reiteradas veces durante años, lo mejor sería retirarlas a partir del día veinte para que este tipo de actos no sucedan, ya que arruinan la imagen de las fallas en general y de la ciudad.
Si ya veo triste que lo hagan los propios valencianos que vengan los extranjeros y también lo hagan es lamentable.
Está claro que todo el mundo necesitaría estudiar la asignatura de "valores", que se dan en los colegios, porque la gente está fuera de control.